Por: Gabriel Díaz
Desde principios de año se ha venido barajando la idea de reconvertir la Copa Libertadores en un campeonato a nivel continental. En Argentina, por otro lado, la discusión corre en torno al joven y precoz campeonato de 30 equipos. El nuevo gobierno ya le soltó la mano a Fútbol Para Todos y hay cancha libre para los nuevos “inversores” que buscan hacerse del espectáculo nacional. Pero pocos saben los riesgos que corre nuestro torneo si se deja todo este poder en pocas manos.
Cuatro de los equipos más grandes de la Argentina (Boca, River, San Lorenzo y Racing) se reunieron durante el último mes para discutir sobre la continuidad del actual torneo de fútbol, su formato, los 30 equipos y el tema principal: AFA.
Al comienzo no hubo una idea clara sobre el propósito de esta reunión, pero días después la noticia trascendió: quieren transformar el torneo de primera división. La idea es simple, los equipos quieren una nueva liga sin la injerencia de la Asociación del Fútbol Argentino, razones hubo muchas pero la principal apuntó al grondonismo. Los herederos del ya fallecido Julio Grondona no dan tregua y quieren quedarse con la gestión del fútbol, razón por la cual los equipos antes nombrados planean dar un paso al costado.
El boceto ya tiene nombre. Estos equipos planean llamar al nuevo formato Super Liga Argentina, un torneo totalmente independiente de la AFA, tanto en su forma política como económica y con reglas dictadas por sus propios integrantes así como por los empresarios que quieren lucrar con los clubes de fútbol. Por lo tanto, si los equipos se abren, y dejan a la actual casa madre, la AFA sólo tendrá a cargo la administración de la selección de fútbol, las ligas inferiores a la B Nacional así como a las demás selecciones deportivas ligadas a su investidura. Esto, a principios de abril.
Ya en mayo, hubo una nueva reunión, y empezaron a explotar las contradicciones entre los impulsores del proyecto. Ahora se habla de no desligarse de la AFA para dar legitimidad a los campeonatos. Además ya se plantearon las reglas para la distribución del dinero (el tema que más les interesa a los cuatro clubes impulsores) en cuanto a los derechos televisivos. Y se quiere:
- Una AFA solamente ligada a la liga en temas de sanciones disciplinarias y designación de árbitros. Además de ser el principal garante para que la Super Liga Argentina sea legal ante los ojos de la FIFA.
- Clubes saneados, sin deudas tanto con sus jugadores como con la propia AFA
- Torneo de 20 equipos, es decir, volver al formato anterior debido a la mala distribución de derechos de tv por un excedente de clubes, para esto se planea descender a 4 clubes por temporada y ascender a 2. Así hasta 2020 tener nuevamente 20 equipos.
Los derechos televisivos son un punto aparte, primero se debe terminar con Fútbol Para Todos, pero el Estado tiene derechos sobre las transmisiones hasta el 2019 por lo que se cree que esta modalidad se mantendrá hasta ese año cuando se termine la licencia que se encuentra aún vigente. Y una vez terminada esta relación:
- Volvería el fútbol pago, los clubes interesados prevén triplicar las ganancias en cuanto a derechos de transmisión, streaming (vía internet) y otras variables de reparto.
- Del 100% adquirido en ganancias 10% se destinaría a la AFA, otro 10% a la B Nacional y el resto para la primera división. De ese resto la mitad se dividiría en partes iguales para los 20 equipos involucrados y el 50% restante se destinará a los clubes de acuerdo a su “mérito” deportivo, “historia”, rating y hasta el factor “socios por club”.
A tener en cuenta: “Hoy los derechos de televisación pertenecen íntegramente a la AFA y la distribución de los ingresos es fijada por el Comité Ejecutivo para cada categoría profesional (Art. 94 del Estatuto). Cualquier innovación del esquema actual requerirá del voto mayoritario (4/5 de los asambleístas) y además, de una estrategia legal para modificar el estatuto de la casa rectora del fútbol.”
Lo que se busca en este nuevo proyecto no sólo apunta a forjar las bases económicas de los clubes; el 10% para la AFA también pretende empezar a sanear deudas que tienen los clubes de fútbol desde hace años con el ente madre. Lo que se ha pensado hasta ahora tiene sus pro (sanear clubes, reforzarlos económicamente, etc.) pero, ¿por qué nadie ha sacado a luz los aspectos negativos de una liga sin autoridades?
El Lado B
Mientras todos hablan de “una liga al estilo europeo” y aplauden la idea de que con este nuevo formato se elevará el nivel de los clubes en función de sus ganancias, la realidad nos habla en otro idioma. Y es el de la igualdad. Mientras que en Argentina se gestan los primeros pasos hacia una independencia parcial de los clubes de fútbol para con la AFA, en Europa, sólo algunas ligas garantizan un reparto equitativo entre los clubes de fútbol, dejando aparte, claro, a la Liga BBVA de España.
Permitir que los clubes manejen los fondos y las reglas que se van a desarrollar dentro de este sistema no es un error, el error es dejar este millonario negocio en las manos equivocadas.
Alemania y Cía.
Como se dijo antes, no todas las ligas europeas garantizan un reparto de dinero por igual entre sus miembros, por eso, antes de llamar a los españoles para que nos enseñen a gestionar el fútbol, veamos como lo hacen las ligas de nivel como la de Alemania, o Francia.
Los Germanos son un buen ejemplo, el sistema de reparto no atiende a cuestiones infantiles como “cantidad de socios”, “hinchas” etc. La Bundesliga goza de una buena salud debido a que el dinero se reparte bajo el ala del rendimiento en cada temporada, tanto a nivel nacional como internacional. El 40% del total se reparte de acuerdo al desempeño de los equipos en la última temporada, y así el 30, 20 y 10% restante se reparte de acuerdo a la penúltima temporada, la antepenúltima y cuatro años antes. Es decir, que todo el ingreso va destinado a cada club de acuerdo a su rendimiento, amén de que existe un sistema de puntos que suma o resta puntaje de acuerdo a la posición final del equipo en la tabla general.
Al final de la temporada los puntos otorgados o perdidos posicionan a cada equipo en su lugar. Lo cierto es que este sistema le garantiza al último equipo en la tabla percibir la mitad de dinero que percibe el primero, de esta forma los equipos más “fuertes” no pueden ir más rápido que los demás, garantizando competitividad entre sus pares.
El torneo más injusto
Así, mientras por un lado hay ligas que mantienen a los poderosos en raya, hay otros como la Liga BBVA que son la antítesis de cualquier modelo igualitario. Real Madrid y Barcelona no sólo ocupan los primeros lugares en el ranking mundial de clubes, también ocupan el ranking de los clubes mejor pagos por transmisión de sus partidos. Hasta 2011 cada uno percibía más de 100 millones de euros solamente en materia de derechos de transmisión.
Hoy, ambos aglutinan el 40% del negocio y es que la forma de distribución es una de las más desiguales del mundo. En España, los equipos de La Liga tienen una cuota fija. El 50% del total por temporada se reparte entre los equipos que la conforman, el otro 25% se reparte en materia de Audiencia y Socios por Club, y el 25% restante tiene en cuenta el rendimiento de las últimas 5 temporadas por equipo.
Seamos sinceros, no hay que ser un as en el futbol para darse cuenta de que, mientras se aplica una distribución “igualitaria” sobre la mitad de lo que hacen todos, (es decir transmisiones por tv, clásicos, radio, publicidad etc.) el otro 50%, hoy, se lo llevan solamente 2 o 3 clubes dejándole al resto una mísera cuota. Y hay que remarcar esta regla para no caer en lo mismo: mientras más criterios y variables se aplican a la distribución de las ganancias, peor les va a los clubes más humildes, ya que, no es lo mismo Bilbao disputándose un clásico contra el Betis que Real Madrid enfrentando al Barcelona. Así como no es lo mismo un partido de Boca transmitido por Canal 13, que un partido de Temperley por la tv pública. Hecha la ley… hecha la trampa.
La pelota no se mancha
El monopolio del fútbol es una espina difícil de sacar. Si algo caracteriza al torneo argentino es que éste no es predecible. Hoy existen grandes ejemplos como Lanús o Godoy Cruz que sin contar con planteles caros como los de Boca o River están dando pelea en el torneo de primera división.
La llegada de la Super Liga puede marcar un antes y un después en la armonía de los clubes, no va a dejar de entretener pero sí dejará de haber esa sensación de que el torneo es impredecible. Labruna, un ídolo de River Plate dijo una vez: “Los campeonatos se ganan cuando se abre el libro de pases” y hoy esta frase es una advertencia sobre el futuro. Labruna nos invita a pensar en las ventajas y desventajas de tener billetera. Si no hay plata, hay que remarla, y si sobra hay que aprovecharla. El error de dejar este poder en manos equivocadas puede desencadenar en un futuro torneos desparejos, con un par de equipos absolutos y un montón de equipos sin pie ni cabeza que pelean por nada. En otras palabras “los que juegan otro campeonato”.
Entonces, si el negocio atraviesa el fútbol de par en par, ¿qué queda para el hincha?; ¿seremos testigos de campeonatos monótonos y grises en donde ya exista un campeón sin si quiera haber jugado un partido? ¿Qué dicen los jugadores al respecto?