#Edición8

Cuarto oscuro in love

3 Minutos de lectura

Por Belén Navarro 

 

Si no me votas con K no te kiero. Me cansé de las ballotages

-no hay mayoría en los votos válidos emitidos-

trilotages, cuatrilotages, cinquilotages…

No fuimos más que una coalición cívica; punto.

 

Mientras te conocía nos suponía de la generación para un encuentro nacional;

nos pusimos en campaña, creo,

o hicimos actos anticipados de campaña,

o no: actos anticipados de pre-campaña…

o ni eso;

viendo hacia atrás ni siquiera sé si

alcanzamos en algún momento la democracia paritaria.

 

Vos tan cambiemos y yo con mi beso en tu frente a la izquierda;

frente para la victoria, pensaba, pero

era más unión cívica en una argentina convulsionada que otra cosa.

Argentina en crisis,

y aun así, en las paso yo estaba más cerca de la

cara de fórmula que de la figurita que hace alianza.

 

Elección libre y obligatoria, dices hoy,

pero me cago en tus ambiguas incongruencias electorales.

Tan pro trabajo y dignidad vos; yo tan

frente amplia progresista.

“Primero juntos por argentina” decías; yo aún

pensando que estabamos en sintonía: “claro, yo bien frente amplio argentina…”

“No, pará

me entendiste mal,

soy miembro partidario de libres del sur”

 

“ah.

reflexiono,

 

…bueno entonces

conforme a las leyes,

hasta aquí llegamos” voto.

Vos lo anulas.

 

Yo tenía la boleta del compromiso federal, y federal unidos por una nueva argentina quería;

vos apuntabas al movimiento solidario,

sin saber siquiera si querías que te representen.

 

Designado presidente de mesa, subrayabas mi nombre en el padrón,

resaltador amarillo y un

86% contra el 14% de las veces en que yo aparecía:

flúor.

Me dejabas fraudulentar, robar boletas, mear el cuarto oscuro, y aún así NUNCA

hubo MAYORÍA en los votos emitidos para mi partido;

retumba en el informe oficial: votos inválidos.

Retumba:

Votos.

Retumba:

Inválidos.

(Encima)

 

Acción de inconstitucionalidad;

contradicción en mi norma de carácter general,

“te abrogo”, decreto;

elijo, eso es lo que importa.

Vos tan de ejercer abstencionismo electoral.

Yo tan de meter votos a criterio, pero elijo dejar de fraudulentar mi causa.

 

Yo, actora de demanda

-aclaro mi demanda de impugnación-, por las dudas; 

tu parte -aclara la sentencia-.

Elaboramos entonces juntos, el acta de escrutinio,

-juntos-

actas circunstanciadas durante el fin de la jornada electoral;

somos antinómicos, concluyo.

 

-Somos autoridades responsables sin auxilio de la fuerza pública-.

 

“Militante mentiroso,

sos un apartidista”,

 

lo escruto. Él se apercibe.

Lo amonesto por alterar documentos,

 

se enoja, elabora un razonamiento lógico-jurídico en

virtud del cual, como agraviado, manifiesta lesión o

perjuicio en sus derechos e intereses.

Retruco, desmenuzando los acuerdos de procedencia de nuestra relación;

me escucha,

luego se amonesta.

 

No existe base para considerar que el plazo en cuestión haya concluido,

elaboro actos de campaña;

actos consentidos; actos consumados, para

una nueva elección:

 

a inconciencia.

Lo acredito

 

y exito la actividad de mi juez mental frente a

este delito contra mi persona.

Acción de inconstitucionalidad, otra vez.

Fraccioná el voto, me digo internamente, pero no puedo;

siempre meto la boleta completa,

cierro el sobre, lo mando por la boca negra de urna y

me voy sin retirar el documento de identidad.

 

El domingo me levanto después de una pseudo resaca,

tomo unos mates, veo como va la cosa por la tele…

todas las veces de alpargatas y lentes de sol, sin fijarme el padrón previamente.

Voto en el mismo lugar, así que llego a la escuela y me pongo a rastrear la mesa:

 

con N. mesa 666.

 

anuncio que hay otra persona con mi mismo nombre, firman, clausuro la puerta (cuarto oscuro con luz). Ejerzo mi deber ciudadano.

Efectúo esta vez sola el acta de jornada electoral

de toda la provincia,

del país,

de toda la historia de mi heart… arduo trabajo.

 

Me limpio el sudor de octubre y reflexiono:

uno jamás conoce a su candidato hasta que lo ve gobernar;

 

digo que uno aprende a elegir. Tarde.

Pero mejor que nunca aprende a tomar las decisiones pertinentes:

-nunca más-.

Entonces elige a alguien que más o menos lo represente, rogando

 

nunca

más

caer

 

bajo un gobierno anticonstitucional. Festejo la democracia.

Esta vez lo abrogo.

Esta vez, en serio, lo absuelvo.

 

 

 

 

 

 

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