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Santa Rosa: historia, cooperativismo y servicios públicos

7 Minutos de lectura

Por Matías Torezani e Ignacio Ratier.

La Cooperativa Popular de Electricidad, Obras y Servicios Públicos de Santa Rosa  es una empresa que ofrece una vasta variedad de servicios públicos con un funcionamiento que altera la lógica tradicional de empresas privadas. Fue el punto de encuentro del primer encuentro federal organizado por la Coalición por una Comunicación Democrática: “Medios, comunicación y tecnología para la inclusión económica y cultural”.

No fue casualidad la elección de la ciudad de Santa Rosa como sede para el primer encuentro federal de la Coalición. La necesidad de una refundación de la misma ante las políticas comunicacionales de un gobierno nacional que promovió la concentración mediática a través de la modificación de puntos claves de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la -menos agraciada- Ley Argentina Digital.

“Hemos sido promotores de la legislación que permitió a organizaciones sociales populares como la cooperativa tener acceso a la televisión por cable. Esto significó una concentración importante de una masa societaria y organizaciones para la modificación de la ley de servicios de comunicación del último mandato del proceso militar”, comentó a Subida de Línea Oscar Nocetti, presidente de la CPE.

La recepción estuvo a cargo de la Cooperativa Popular de Electricidad, Obras y Servicios Públicos de Santa Rosa Ltda que se encargó de la organización del evento en la mítica Usina, un antiguo edificio refaccionado, donde se gestaron las primeras batallas ante capitales extranjeros del servicio eléctrico hace más de 70 años. Hoy el contexto es diferente y la cooperativa cubre un importante espectro de los servicios públicos en La Pampa.

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Surgimiento del cooperativismo pampeano

La cooperativa es el sistema de organización económica que posibilita el acceso a los servicios públicos de todos los usuarios, más allá de su condición social. Santa Rosa, marcada por un paradigma cooperativista que nos remonta hacia la década del 30’, presenta una organización de servicios que poco tiene en común con otros centros urbanos en los que, tanto el sector privado como el sector público, conviven y promueven aumentos de tarifas que acechan a las clases trabajadoras  con un esquema atravesado por el “sinceramiento económico”.

Por la década del 30´,  se gestó un movimiento vecinal con el objetivo original de gestionar ante la concesionaria del servicio eléctrico, una rebaja en el precio del kilowat (por entonces en $ m/n 0,45) y la supresión del alquiler mensual de $ m/n 0,50 por el medidor. La empresa era de origen norteamericano, la Sudamericana (Sudam) (1). La población, en ese entonces, pagaba diez veces el valor real de lo que consumía, viendo relegados a la improductividad la mayoría de los emprendimientos de la época.

El 31 de marzo de 1931 se ponen a consideración de una gran asamblea pública los estatutos fundacionales de la flamante entidad que entre sus objetivos centrales fija: promover acciones que tiendan al bien común. Los trabajos eran programados con una perspectiva a largo plazo, en especial, hacia 1935 fecha de vencimiento de la concesión municipal a la empresa estadounidense.

Tras cuatro años de arduo trabajo, dificultades en el camino impuestas por la Sudam y el gobierno provincial de turno, la Cooperativa Popular de Electricidad se presenta a la convocatoria de renovación de la concesión con una oferta y un presupuesto significativamente inferior a la realizada por la Sudamericana (2). El principal obstáculo fue la contrariedad de adquirir las maquinarias -como los motores generadores- que permitieran el funcionamiento de una usina con la capacidad para sustentar a la población demandante. Aquí es donde surge la creatividad popular:

Ante la inminencia del vencimiento de la concesión a la SUDAM y la imposibilidad, en ese tiempo, de montar una usina que permitiera a la cooperativa hacerse cargo del servicio, se recurrió a montar una usina de emergencia con viejas generadoras y obsoletas máquinas trilladoras. En el patio del taller de don Juan Savioli, se organizó entonces la famosa usina de las trilladoras (1).

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La empresa norteamericana había anunciado su propósito de interrumpir el servicio al filo de la medianoche del 30 de septiembre de 1935. El pueblo se había volcado a las calles de Santa Rosa ante la presión ejercida por el gobierno a través del bloqueo de lugares público y la intervención de las fuerzas de seguridad, que no fueron capaces de detener la movilización popular. Producido el corte, tras un lapso en penumbras, se conectaron los cables a la usina de las trilladoras. Escribe Raúl Isidoro D´Arti por el año 1984 para la revista de Idelcoop: “en la quietud de la noche, se oía el jadear de las trilladoras, y el resultado era una corriente tan débil, que apenas alcanzaba a colorear el filamento de las lámparas”.

Tras intensos días de trabajo para sostener el servicio, con la obligación a alternar el suministro en diferentes zonas de la provincia y los constantes embates de la prensa gráfica, fueron la predisposición, paciencia y voluntad de la comunidad las que posibilitaron la consolidación de la Cooperativa Popular de Electricidad como una empresa desarticuladora de la lógica mercantil en materia de servicios de interés público en la historia argentina.

Cooperativismo y telecomunicaciones

«Con la ley de servicios de comunicación audiovisual anterior, que ahora está siendo modificada, pudimos tener medios de comunicación y canales de cable. Conocemos muy bien la influencia que ha tenido, la cantidad de trabajo que ha generado y la pluralidad de voces que ha permitido. Todo eso con los DNU del nuevo gobierno está en riesgo, le ha quitado a los grupos concentrados todas las restricciones que impedían depredar el servicio de la TV por cable. Nosotros, las cooperativas estamos en mucho riesgo», expresó Nocetti en representación del sector cooperativo ante CIDH en la audiencia «Derecho a la libertad de expresión y cambios a la ley de servicios de comunicación audiovisual en Argentina” el pasado 8 de abril de 2016 (3).

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El canal CPETv se encargó de la cobertura en vivo y vía streaming del encuentro organizado por la CCD. “Para nosotros los medios de comunicación son recursos para quebrar los discursos hegemónicos”, resaltó Nocetti al presentar la jornada en su carácter de anfitrión.

La CPE cuenta con el servicio de cable básico. El mismo tiene el costo de $160 mensual con un cargo de $45 por trabajos de conexión. La grilla está compuesta por más de 95 señales y dispone de tres packs: HD, Premium y HD full, con adicionales que alcanzan un máximo de $80 y se componen de una grilla variada que permite a la cooperativa competir ante gigantes como Cablevisión que se ven relegados a cubrir una parte ínfima del mercado provincial.

Por su parte, el servicio de telefonía CPETel posee tarifas de abono mensual incluido el mantenimiento de línea cuyo valor varía según cuatro categorías: casa de familia, comerciales y otros, profesionales y otros, y gobierno con valores que oscilan los $13 y los $34. El servicio de internet banda ancha y wifi de CPENet ofrece un servicio amplio que varía en velocidades de 1Mb hasta 30Mb de conexión, con precios desde $93 mensuales hasta $730. Toda la información de servicio y tarifas se encuentra disponible en el sitio de la cooperativa (www.cpe.com.ar).

Actualmente la CPE gestiona los servicios de distribución domiciliaria de energía eléctrica y alumbrado público en todas las ciudades interconectadas, electrificación rural, y telefonía básica e internet, en el conglomerado gran Santa Rosa compuesto por su ciudad satélite: Toay y alrededores (124.101 habitantes según datos del censo del año 2010). También comercializa gas butano y propano, y artículos para el hogar. Ofrece, además, como alternativas los servicios de enfermería integral, sepelios, ortopedia y seguros. En el campo cultural dispone de una biblioteca popular y de múltiples salones para distintos eventos. En los últimos años sumó una editorial propia y pusieron en funcionamiento una fábrica de columnas de hormigón armado, y un área de obras civiles.

El sinuoso mercado de la telefonía móvil

“La principal dificultad que tenemos para brindar un servicio de telefonía móvil es la capacidad de lobby que tienen las empresas que facturan millones de dólares al año y su capacidad de  ‘convencer funcionarios y doblegar voluntades políticas”, manifestó Nocetti a Subida de Línea. Por el momento la única posibilidad de funcionar como operador móvil virtual es viable para la empresa a través del uso de frecuencias propias y redes para brindar telefonía en localidades en las que la cooperativa tiene alcance. Pero si desean ampliar su espectro necesitan de la interconexión con oligopolios del rubro que disponen de la capacidad para distribuir la señal por el resto del país e incluso a nivel internacional.

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Al ser consultado por la relación con Gobierno provincial, Nocetti explica que “en medida en que las cooperativas brindamos trabajo y generamos riqueza en la provincia dentro de un contexto marcado por la precarización laboral y un decaimiento de las pymes, las cooperativas somos grandes defensoras del trabajo y el capital local”. Aunque los gobernadores de turno no estén en sintonía con la visión  de la cooperativa, no pueden desconocer el rol que cumplen en la sociedad a través de diversos servicios públicos. “La cooperativa es la empresa que más factura con una masa societaria de 65.000 abonados y con un amplio abanico de servicios de interés público”, finalizó el presidente de la CPE.

La Pampa presenta un funcionamiento y una perspectiva radicalmente diferente en materia de servicios públicos, con una tradición histórica atravesada por el cooperativismo como método de organización de lo social. El tercer grito pampeano acompaña el proyecto impulsado por la Coalición por una Comunicación Democrática, por una refundación y reflexión sobre la comunicación entendida como un bien y un servicio de interés público que debe funcionar y ser accesible a todos los ciudadanos.

Camino a la usina surgió una pregunta, en apariencia, inevitable: ¿Por qué en La Pampa? Las respuestas, en ese momento, también llegaron desde el orden de lo esperable: porque la idea era salir de Buenos Aires para que sea más federal; al parecer hay un grupo en La Pampa que está trabajando mucho en el tema. Todo eso tiene su grado de certeza, pero Santa Rosa exigía una respuesta un poco más comprometida con la historia.

Referencias

(1)http://www.idelcoop.org.ar/sites/default/files/revista/articulos/pdf/84010201.pdf

(2) http://www.cpe.com.ar/SintesisHistorica

(3)http://www.eldiariodelapampa.com.ar/index.php/112-portada/cuater/13115-oscar-nocetti-en-la-oea-cientos-de-cooperativas-y-miles-de-ciudadanos-depositan-la-confianza-en-ustedes

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