Por Victoria Dahbar.
«Lo decisivo no es salir del círculo, sino entrar en él del modo justo». M. Heidegger
I Que el llanto amarre a la niña monstruo detrás de las cortinas. Que no salga esta noche. Que el llanto limpie los escombros de un cuerpo inútil. Que no se ahogue esta noche. (Manos ajenas crean barcos). Al papel que usas le puse la lengua oral y escrita. La que no me permite gozar de día. (Navego en agua podrida. Que el llanto amarre a la mujer que no quiero ser. Que me amarren sus voces. No estoy lista para la libertad. He visto demasiado). II Quiero volver al bosque. Que me amarren aguas claras que me cubra arena que me sueñen otros brazos quiero volver y que las palabras no me nombren. Eco Miro Lejos Robé nervios ópticos de una cortina gastada Odio el bronce. Me grita fracaso. III Que me amarre tu río cuando me acabas en la espalda. Que me ahogue tu semen que sabe donde. Donde yo empiezo donde comienza todo. Y donde quiero terminar. Un cuerpo nuevo siente todo una vez más. Abre los brazos comparte alas con el gran cielo. Y entre orillas habita esta isla que habla el lenguaje de las cosas que recupero en tus noches.