Por María del Huerto Castillo
Ilustraciones por Juanca Paez Gimenez
ALGUNOS POEMAS A LA NOSTALGIA
Desde que no estás las tardes ya no tienen sabor a mate,
el del quiosco me pregunta
si has llegado,
desde que no estas
nada me sorprende
Desde que no estás
mi cabello está todo
alborotado,
cepillarme los dientes
se ha vuelto un enorme trabajo
Desde que no estás, todo ha cambiado.
Desde que no estás
ya no entiendo como atarme los cordones,
caí en el vicio de comerme hasta las uñas,
las cosquillas me provocan tristeza,
desde que no estás siempre me aburro.
Desde que no estás las cosas se resbalan de mis manos,
ya no puedo ver la luna desde tu patio,
desde que no estás…
Nada es como antes.
SÍNTESIS DIURNA
He estado al alcance de todos los caídos,
de los que cargan consigo
cien días malos y uno bueno.
He procurado ser una persona ofendida
para que, si ofendo, no me culpen de no haberlo estado.
Le he dado mis manos a quienes no tenían nada,
porque para seguir de pie se necesita la ayuda de todas esas manos
Pero, pobre de mi, no he tenido tiempo
para abrazarme cuando me necesitaba.
He preferido olvidar que
para brindarse al resto
es preciso mirarse para dentro
Aún así agradezco -cada tanto- los golpes al pecho
porque, sencillamente,
la inmunidad nos termina costando el doble en esta vida.
KILÓMETROS
Renegrido es el cielo que me invade
con el fulgor de las estrellas que lo adornan
Y en la espesura de la noche te escucho…triste, frío, devastado
Nuevamente me voy alejando ‘contra mi voluntad’
y me entretengo con las luces que se divisan a lo lejos…
Ya no estás
Vuelvo a la sombría rutina de las semanas,
a los mismos lugares desanimados, solitarios…
Y no estás cerca
¡Pero que más da!
Si te llevo impregnado en el olor de los sábados por la siesta,
en los suspiros que no contengo, en mis manos y ojos, en mi boca…
En la memoria que me habita.