Por Ignacio Ratier
El escritor santiagueño Claudio Rojo Cesca presentará mañana -sábado 28 de abril- Sombra Kamikaze, su último libro de poesía. Será a partir de las 21: 30 en librería Utopía.
La presentación estará a cargo del poeta santiagueño Álvaro Méndez y de Pablo Espinoza, poeta y artista plástico jujeño, editor de Almadegoma, sello que publicó el libro. Además, el evento contará con las lecturas de Gabriela Yauza, Natalí Etchúdez y Juan Leopoldo Ramos.
A continuación, comparto el poema Caño de escape, incluido en Sombra Kamikaze.
CAÑO DE ESCAPE
Diré que me sentí solo
o que estaba solo.
Que me tocó el infortunio
de una inundación
en la casa
y en la cuadra
justo a la hora de ir a trabajar.
Diré que no estabas
o que estabas demasiado
todo el tiempo
tiqui tiqui
como un puercoespín pinchando
los talones
o un pajarito aburrido del sol
desquitándose con la espalda de un gusano.
Diré que te dormías entre los ronroneos
del gato que prometiste cuidar
hasta el fin de sus días.
Diré que estaba bien pensarme en otro lado:
Tres de la mañana.
Taza de café.
Estación de servicio.
El resplandor huérfano de los semáforos
en las calles sin movida.
Diré que mi cuerpo se volvió una especie de pájaro torpe
que no sabe anticiparse a los monoblocks.
Choco contra el ladrillo
y me meto en la molécula del polvo anaranjado
hasta disolver
las plumas y la sangre
y los huesos vacíos de bicho que vuela.
Diré
que vivo para pelear contra lo que insiste en hacerme bien.
Pelear sin alegorías
con las manos juntas
los puños
y el filo de los codos.
Pelear sin solución de lógica
hasta limar una herida primaria de cartita de amor
que jamás contesté en segundo grado.
Diré que soy un algo fuera de este texto.
Que mi tiempo padece osteoporisis
y veo
entre las perforaciones
y el aserrín del esqueleto
una imagen solvente del pasado
donde mi triciclo con turbinas se despega del piso
y en pleno vuelo toca
el borde abanderado de la luna.
Diré
que ya no quiero nuestra vida.
Harto.
Enfermo de odio.
Iré hacia el sueño comiéndome las muelas
y me darán placas de relajación para combatir la entropía
que empuja las mandíbulas.
Volveré a verte en viejos diarios íntimos
como esa vez que bailábamos La gran siete
en un patio de comidas
a los doce años
y nos daba vergüenza tocarnos las manos
cuando la cumbia se ponía más intensa.
Ya ves: la osteoporosis es Papá Noel cuando se trata del tiempo.
Soy permeable a la desolación de tus pecas.
Estoy ahí
siempre
varado en una antigua primavera
de canciones que hablan de nunca despintar al amor de tu vida.
Soy pedacitos de viento que bajan por el balcón
y pican el anzuelo de los árboles.
Estoy dispuesto a quererte cada día.
Estoy dispuesto a olvidarte.
Ahora cierro la puerta.
No sé si me alcanza la plata para irme lejos.
No sé dónde paran los colectivos que corren
en la dirección opuesta a tus piernas.
No sé para qué me voy
ni para qué me quedaría.
No tengo caries que duelan tanto
ni cumbias que me definan con precisión.
Estoy a un paso del primer verano de mi última porción de ADN.
Me asumo en los rasgos que heredé del lote familiar.
Me desatornillo del mueble de mi mente.
Mis tatuajes no existen.
Mis tatuajes
todavía
no existen.
CLAUDIO ROJO CESCA (Santiago del Estero, 1984). Es psicoanalista y escritor. En 2015 co-fundó la editorial Larvas Marcianas. Publicó, para la colección “Leer es futuro”, el libro de cuentos “Viñetas del insomnio no resuelto” (Ministerio de Cultura de la Nación, 2015) y los poemarios “Fotos de mi chonga desnuda dentro de una nave espacial” (Larvas Marcianas, 2015), “Horas que pasé dentro del frasco antes de la mutación” (Minibús, 2016) y “Sombra Kamikaze” (Almadegoma, 2018). Sus textos fueron publicados en las revistas “Maten al mensajero”, “Los Inquilinos”, “Tardes Amarillas” y “Subida de línea”, y las antologías “Picados – Lata Peinada” (Bellas Alas, 2015), “Jardín 16” (Minibús, 2015), “Libro de tormentas” (Cuaderno de Elefantes, 2016) y “Literatura barata y discos de goma” (Cuentos Criollos, 2017), entre otras.