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“Y me pregunto ¿Tanto miedo le tienen a la libertad de las mujeres?”

12 Minutos de lectura

Por Subida de Línea. 

El próximo 8 de agosto, el Senado votará el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Una campaña que inició en 2005, luego de un Encuentro Nacional de Mujeres (ENM), con un proyecto anteriormente presentado sin éxito seis veces. 

Subida de Línea tuvo una entrevista exclusiva con Romina Arroyo, abogada y feminista, parte del equipo de Agenda de Géneros, quien habló sobre el debate y puntos específicos del proyecto de Ley en esta grieta que atraviesa el Congreso.

-¿Qué se discute cuando se habla del Proyecto de Ley por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito?

-Creo que la polarización  que se ha generado o que se ha intentado generar, tras correr el foco del debate, nos ha hecho ver  a la mayoría como que aquí la discusión se centra en aborto si, aborto no, muerte vs. salvemos las dos vidas, cuando en realidad la discusión es mucho más profunda. Lo que este proyecto pretende no solo es lograr la práctica legal, segura y gratuita del aborto, en los casos en que la mujer así lo decida, de manera voluntaria, hasta un término que se ha fijado en 14 semanas, si no también sacudir un poco las estructuras del Estado. Exigir la correcta y eficaz implementación de la Ley de Educación Sexual Integral, la efectiva entrega gratuita de métodos anticonceptivos, en todos los centros de salud, ante cualquier persona que los requiera, sin requisitos extra, ni obstáculos, el efectivo cumplimiento de las interrupciones legales del embarazo, en los casos que  desde 1921 están previstas en el art. 86 del Código Penal, y que hoy en día no se respeta. Uno tiene que mover toda una maquinaria estatal, administrativa y judicial para logar que esos abortos que están previstos como no punibles, y que son prácticas de salud, que es deben exigir en lo centro de atención pública, se lleven adelante.

¿Que hay detrás de la emergencia de este debate?

-Hay mujeres, hay historias de vida, hay personas que a lo mejor han visto su vida signada permanentemente por la violencia, y cuando hablo de la violencia no solo me refiero a la violencia física o a la violencia sexual, si no a la violencia patriarcal en sus múltiples manifestaciones, a la violencia económica, a la falta de capital educativo, a vivir en condiciones indignas. Detrás de la emergencia hay muerte, muerte de mujeres.  Por ahí asocian la palabra aborto, con la palabra muerte, pero el aborto clandestino, realizado en condiciones insalubres es el que genera muerte de mujeres que, tal como lo ha expresado hace poco en un medio periodístico el Dr. Gamba, son aproximadamente 20 las mujeres que por año fallecen en nuestra provincia, producto del aborto clandestino. No existen registros claros, hay sub-registros, porque por supuesto al no ser una práctica legal, muchos datos se desconocen, se falsean, pero eso es lo que hay detrás de este debate. Hay niñas que siendo abusadas, tienen que cargar con un embarazo no deseado, producto de esos abusos y de esas violaciones, porque hay efectores de salud que les niegan la información de que tienen acceso  a una interrupción legal que no es punible desde 1921, reitero,  y que sin embargo tienen que asumir conductas heroicas que el derecho no exige, pero que culturalmente se las imponemos.

-¿Qué es lo que propone el proyecto de ley en base a principios generales, requisitos, deberes de los profesionales y de las Instituciones del sistema Nacional de salud?

-En la actualidad, nuestro Código Penal habilita  la interrupción del embarazo no punible en tres causales, violación, riesgo a la vida y riesgo a la salud de la persona gestante. Lo que pretende este proyecto  es modificar esta legalización parcial y pasar de un sistema donde la mujer debe explicar las causas y probar las causas por las cuales solicita la interrupción del embarazo a un sistema de interrupción voluntaria, es decir cambiar causas por plazos. En este caso, el proyecto prevé que toda mujer puede interrumpir su embarazo con el solo requerimiento ante el sistema de salud público o privado, hasta la semana 14 inclusive de gestación, que está fijada, digamos no de forma arbitraria si no que se considera que es la semana a partir de la cual se empieza a desarrollar el sistema nervioso central. Entonces, se toma ese dato medico como punto de partida para limitar la voluntad de la persona gestante, salvo en los casos previstos por el Código Penal.

¿Qué más establece? Establece que la persona al presentarse frente al centro de salud, manifestando su intención de interrumpir un embarazo, debe ser  correctamente informada por  los efectores de la salud, respecto de cuáles son los riesgos, los métodos, a su disposición, darle participación a la mujer en la decisión sobre cuál va a ser el procedimiento a llevar adelante para la interrupción. Además debe de firmar un consentimiento en donde se deje constancia de que ha sido debidamente informada, valga la redundancia  de cuál es su derecho, cuáles son sus alternativas y cuál es la que opta. El centro de salud tiene cinco días para realizar la práctica, salvo por supuesto que se trate de una situación impostergable. También se ha incorporado dentro de este proyecto consensuado del debate en comisión el art. 11 que habla de la objeción  a conciencia, que sería una de las facultades que tendrían aquellos profesionales de la salud que, por cuestiones morales, religiosas,  o de cualquier índole personal no quisieran  realizar estas prácticas abortivas. Esta objeción de conciencia debe de ser notificada de manera escrita, previa a la práctica  puntual  a la autoridad máxima del centro de salud donde preste servicio; se crearía un registro de  objetores y esa persona profesional se vería liberado de la responsabilidad de llevar o acompañar  la practica abortiva siempre y cuando se produzca una correcta derivación a otro profesional de la salud que si la garantice. En este caso, es fundamental  mencionar que las instituciones no tienen la objeción de conciencia, la misma que en realidad tampoco es un derecho, el derecho es el derecho a la libertad  de culto como derivación del derecho  de la libertad de culto. La objeción  de conciencia es una facultad, de la persona a oponerse a realizar determinada practicas que atentan  contra su libertad de culto, pero las personas individuales, las personas físicas, somos las que tenemos esa facultad  de objetar, sin embargo las instituciones no.

Otro aspecto importante de la ley, es que establece la obligación de los profesionales y de las instituciones  del sistema de salud  de brindar consejerías pre y post aborto.  Es fundamental destacar esto  porque esta persona  que se acerca, sea cual sea el motivo por el que decide interrumpir su embarazo,  necesita no solo atención previa de un equipo que no solo tiene que estar conformado por médicos, sino que también debe trabajarse de manera interdisciplinaria, con psicólogos, con trabajadores sociales,  etc.  Este equipo no solo debe acompañar  a la mujer en el proceso de la interrupción sino también, posteriormente sugerirle el uso de un método anticonceptivo, explicarle cuales son las alternativas, si la mujer opta por un método al largo plazo para colocar por ejemplo un DIU o enseñar cómo se toman las pastillas y demás. Facilitarle los métodos para que no vuelva a encontrarse en la situación de realizarse una práctica abortiva a corto plazo.

Es decir que el proyecto no solo busca  la despenalización, es decir quitar  la posibilidad de pena  sobre la mujer que se provoca un aborto, si no que busca que  se haga en condiciones seguras, sépticas, profesionales  del tema, especializados en la cuestión,  y que el  Estado asuma la responsabilidad. Ahí  hay una diferenciación entre el concepto de despenalización  con el de legalización. La legalización, lo que obliga  es a  que el Estado asuma la responsabilidad  en la cuestión, lo asuma y lo tome como una práctica a resolver y se comprometa a través de sus instituciones.

-Marina Gil, abogada y asesora al Institución Abrazo por Dar Vida, dijo en su exposición en la Cámara “Nadie hoy duda de que la persona humana comienza desde la concepción, como dice el Código Civil». «No hay una postura ni consenso científico médico que diga que una persona comienza en la semana 12 o 14 de la concepción». ¿Qué opinas de esto?       

-Respecto a su afirmación, me parece fundamental  primero distinguir el concepto  vida del concepto persona humana, que por ahí  en estos debates es como que se mezcla. Se habla como si fuesen sinónimos y en realidad no lo son. El concepto vida,  es un concepto científico, biológico, e incluso tiene  rasgos metafísicos o teológicos, mientras que el concepto personas es una construcción social, que normalmente se plasma como lo es el caso de nuestro derecho  en una norma legal. El art. 19 del Código Civil  establece  que la existencia de la persona humana comienza  con la concepción  pero como código que es, precisamente  hay que interpretar esas normas de manera armónica. En el art. 21, ahí no mas, establece que todos los derechos  y las obligaciones que hubiere adquirido  esta persona por nacer, quedan irrevocablemente adquiridas  con su nacimiento con vida, aclarando que en caso de haber nacido sin vida es como si nunca hubiera existido. Es decir, aquí hay un umbral que es el parto biológico, que determina la consolidación en la adquisición de derechos  de la persona por nacer, caso contrario se tiene a la persona como si nunca hubiera existido. Esta idea de persona humana,  digo que es una construcción social, porque incluso hay estudios antropológicos que demuestran  que no todas  las sociedades tiene la misma valoración  moral respecto del feto o del embrión,  y que en muchas sociedades por ejemplo el parto biológico se corresponde con el parto social. Mientras que en muchas sociedades ni si quiera  el parto biológico determina la existencia de la  persona, si no que se requieren de ciertos comportamientos, ritos  de iniciación, que le atribuyen   la calidad de ciudadano y de iguales entre sus pares, ¿a qué voy con esto? a que esta idea que existe, de persona desde la concepción, no es una idea que ha existido siempre. La misma  iglesia católica desde 1829, recién comienza a considerar  esta idea de la concepción como el comienzo de la persona humana siendo que antes se hablaba del término animación, que es cuando el cuerpo recibía al anima, el alma, que se determinaba con los movimientos del feto en el vientre materno. Cuando la madre podía sentir el movimiento del feto, recién  se hablaba de que el cuerpo se animaba.  No se ha utilizado este término de 12 o 14 semanas para definir cuando es persona y cuando no.

Vida, como concepto biológico, científico, también es un concepto  en discusión, porque ¿a que nos referimos cuando hablamos de vida? Yo ahí si coincido con Marina Gil  en que hay vida desde la concepción, así como también hay vida en el ovulo antes de ser fecundado, hay vida en el espermatozoide antes de ingresar al cuerpo de la mujer,  y hay vida en cada órgano y cada célula del cuerpo de la persona que gesta. Hacer esta distinción es fundamental, porque aquí no estamos hablando de si hay o no vida en la concepción, aquí estamos hablando desde cuando se considera el derecho, que como reitero, es fruto de una cuerdo social que existe protección a la persona por nacer o a la persona gestante, en este caso, se pone como limite la semana  14, que es la semana en donde se desarrolla el sistema nervioso central.

-En el caso de aprobarse el proyecto de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito ¿Cómo se procedería legalmente y como se daría la articulación con los demás organismos? ¿Qué pasa si es rechazado o hay un empate?        

He escuchado a algunos referentes provinciales decir de que nuestro país y particularmente nuestra provincia, no se encuentra capacitada en caso de que se apruebe la ley, como la que se está tratando en el congreso,  para dar cumplimiento a lo previsto por a la norma. Me parece, que sería responsabilidad del Estado encargarse  de que cada centro de salud no solo cuente con los instrumentos para realizar las prácticas abortivas sino que también  existe una imperiosa necesidad de formación en los profesionales de  salud, respecto al tema del aborto. Sucede que uno por ahí, se presenta en  centros de salud exigiendo  la práctica legal desde 1921 reitero, de la interrupción legal del embarazo causales previstas del Código Penal, y los profesionales de salud  por miedo, por ignorancia, por desconocimiento, niegan  sistemáticamente estas prácticas.

La  falta de formación y esto de mezclar lo legal con lo clandestino, cuando realmente la mujer tiene el derecho y cuando no, lo que complica las practicas  que son legales. Los profesionales de la salud que hoy  se desempeñan en los centros de salud públicos,  han cursado esos estudios, se han recibido, han ingresado a prestar tareas en el servicio público  y el aborto legal en caso de violación, de salud y de riesgo a la vida ya era una práctica  legal, ya era una práctica de salud  exigible, sin embargo hoy todavía se niega.

Una vez que  el proyecto sea sancionado, en caso de ser aprobado en la  Cámara de origen, que es la Cámara de diputados,  el debate se trasladaría a la cámara de senadores  en  donde de ser aprobado por mayoría  pasaría al Presidente de la nación, quien tendría la facultad, la posibilidad de vetar o no el proyecto de  ley. En caso de que el presidente no vetara el proyecto saldría publicado  y seria una ley ¿Qué pasa si el proyecto es rechazado en diputados en su cámara de origen?, al ser rechazado no puede volver a ser tratado en el año  de sesiones, deberíamos esperar al  año próximo para intentar nuevamente  ingresar el proyecto y que se le de tratamiento. ¿Qué sucede si hay un empate en la votación? Según el art. 196 del reglamento de la cámara de diputados en caso de empate, se vuelve a proceder a otra votación. Supongo que la esencia de esta segunda votación es que algunos de los que se ha abstenido en su voto,  cambie su voto, tratando de tener incidencia en la aprobación o no del proyecto  y en caso de que se reitere, es el presidente de la Cámara Baja quien tiene la facultad de emitir un doble voto, para zanjar la cuestión

-¿Qué camino ha recorrido la nueva ley hasta su entrada en vigor?

El proyecto de Ley impulsado por la campaña nacional por el derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, es uno de los tantos proyectos que se ha presentado este año con un mismo objetivo, en proyectos que si bien tienen ciertas similitudes, también tenían algunas diferencias puntuales. Después de los debates que se han desarrollado en la comisión, este proyecto ha sufrido ciertas modificaciones puntuales, a modo de conciliar distintas posturas y buscar ganar mayor adhesión en la sesión que se llevara a cabo mañana en el Congreso. Uno de los puntos en los que se ha visto modificado, es el art. 11 en donde incorpora la objeción de conciencia como una potestad del profesional de la salud. Otro de los puntos tiene inculcación con, que pasa con las personas gestantes que son menores de edad. Respecto de las menores entre 13 y 16, se hace referencia y remisión al art. 26 del Código Civil, que establece que, se presume cuentan con la capacidad para decidir por sí mismas toda práctica que no sea invasiva, que no ponga en riesgo de manera directa su integridad, o su salud. Hay otra modificación, se hablaba de que las causales de interrupción sin plazo del embarazo, eran cuando se daba un caso de mal formaciones fetales graves y  por miedo a los términos y para ser más específicos, se modifica eso  utilizando la idea de que, malformaciones fetales que hagan inviable la vida extrauterina.

A un día ¿Cuál es el panorama que se visibiliza para este 13 de junio en la Cámara de Diputados?

-El Panorama es esperanzador. Creo, y eso si es una afirmación personal ya, que mas allá del  resultado que se logre en la votación en la Cámara de Diputados, los avances han sido gigantes para esta lucha, que no es una lucha nacida ayer, sino que lleva años y años de resistencias, de avances y conquistas. Creo que se ha podido visibilizar esta problemática. Creo que muchas personas han logrado superar sus prejuicios,  dejar de lados sus concepciones religiosas o morales, sacarse los zapatos y ponerse en los zapatos  de los otros, de las demás, generar empatía, y eso es muy importante. Creo,  que históricamente las mujeres hemos sido sometidas, hemos sido por tras de eso tuteladas. Creo que es hora de que se reconozca nuestra autonomía, de que se respeten nuestras decisiones,  y me pregunto ¿Tanto miedo le tienen a la libertad de las mujeres? Me parece que es momento  de demostrar que no nos tienen miedo, de demostrar que podemos decidir y trazar nuestros proyectos de vida y reiterar eso que se  dijo en el debate de la Cámara de Diputados, que cuando se habla de los pro aborto o pro vida  están expropiando la palabra vida, en realidad nadie quiere que una mujer pase por una situación de aborto, yo al menos no quiero promover el aborto, pero si considero que si se realiza, tiene que ser una práctica que se realice en condiciones de dignidad. No queremos la muerte  de nadie, queremos la vida, queremos la vida de las mujeres y queremos la vida en dignidad, una vida humana digna.

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